ME VOY

No sé que tan importante, acertado, y/o errado haya sido tomar esta decisión. Sin embargo, y aunque parezca extraño, me rodeé de una calma inusual, para decidir.
Nunca pretendí pasar a la historia en una oficina, o marcar un hito en la “asistencia jurídica” sanfernandina. Para tomar mi decisión definitiva, las cosas en mi cabeza, poco a poco, se fueron poniendo claritas.
No me asustan mis calillas, o la falta inmediata de trabajo, siento a todas luces que cumplí mi ciclo, que se acabó, mi vida útil en este tipo de trabajo. Y es que sin ánimos de ofender, nunca he sentido que en este tipo de oficinas haya oportunidad de crecer.

Pero de crecer realmente. No sólo económicamente y a costillas de ser “más vivo” o “más pillo” que el resto.
Si no de sentir que eres una persona que importas.
Que no sólo eres un ser, que hace de manera digna una labor.

-No espero placas conmemorativas, ni fiestas de despida-, ya que aún no hecho nada, que de verdad valore en mi vida. Y menos por el tipo de vida establecida, a la que estoy diciendo chao.
Jamás creí que me soltaría de estas ataduras, -¿quizá me volví punky, o comunista (que terrible)?- No, la verdad es lisa y llanamente que, me apesté de que estos desgraciados se jacten y se rían a costillas de uno, que se paseen como si no le debieran respeto a los demás, como si fueran dueños de la verdad absoluta, que luzcan su dinero, sin pensar en la necesidad y/o deseo de cada uno.

Y no me refiero a los que estamos cerca de ellos, que de alguna forma nos ponemos una coraza y seguimos; si no al otro grupo de personas, que necesitan de ellos, por un papel o una puta firma.
¿Si ellos pueden ser “felices” con su plata (lukas), por que yo no?; que sé, que no la necesito para todo, ¿acaso, no puedo serlo sin girar en torno a esto?...
Me explico, me compré auto, con la loca idea que de que me iría de viaje con mi polola, pasearía con mis sobrinitas o tendría que ir a mis presentaciones de magia, en él… Pero no tengo ni el tiempo, ni la plata para hacer esas cosas; ¿y si es para eso que tanto trabajé, para poder vivir la vida que quiero, y no solamente, sobre-vivir al tipo de vida que tengo?...

Entonces quedarme, simplemente, no tiene sentido.

Estoy muy claro, que no es para llegar y quedarme dormido, mientras me cambiaba de ropa, después de haber hecho mierda mi cerebro a punta de deslindes y dominios vigentes, o llamados apurando créditos, para gente que me importa un coco.
No me interesa tener una súper cuenta corriente, y no tener amigos; o comprarme una moto para andar solo; o el típico auto enorme, para sentarme a hablar por celular mientras manejo. (Se entiende la referencia, creo).
Mi felicidad se basa en otro tipo de cosas, de reírme hasta que me duela la guata; de a veces, levantarme con caña – ¿por qué no? - y aún así, hacer lo que me gusta, sintiendo que me hará crecer; y es que aún cuando no soy creyente, me tengo fe.
Planes a corto plazo no tengo, y eso a los demás, los vuelve locos; y al no entender, tratan con falsa seguridad de hacerme ver que soy un "pendejo acelerado y testarudo".
Pero es justo, el tipo de desafío que a mis 27 años, me excitan y me seducen. ¿Cuan larga será esta aventura?, sólo depende, de cuanto me esfuerce por realizarla.
Al dar este primer paso, me conmuevo, celebro, reconozco y por sobre todo agradezco la buena onda, y ganas de apoyar y/o respetar mi decisión, a mis compañeras de trabajo, y por cada una de las atenciones que en el transcurso de nuestra vida laboral juntos, tuvieron para conmigo. Enumerarlas imposible; atesorarlas, por siempre.

Me resta decir… Gracias, de verdad, por todo lo bueno que recibí en este período, pero muchísimas gracias por lo malo, que he vivido en este trabajo, ya que se transformó en el trampolín que este ser necesita para dar fin a la vida establecida, y luego renacer, pero ahora fuera, de una dichosa oficina.

No cierro las puertas a un posible retorno a este tipo de vida estructurada, -ya que la necesidad, es más fuerte que la razón, a veces- sin embargo, por el momento, "descansar quiero".