miércoles, noviembre 21, 2007

Agua Buena

La vida a veces, es como una película. Como una de esas películas que calzan perfecto, con el esquema del viaje del héroe. Me explico, se debe encontrar un mentor, poner a prueba las habilidades, y de cuando en cuando, hacer cosas que a uno no le gustan, por lograr un objetivo mayor.
Es así, como hace un tiempo atrás, me embarqué en una aventura llamada “EL CANTO DEL CHUCHO” un proyecto de cortometraje, ganador del Fondo de Fomento Audiovisual 2006; y que por distintos motivos, ajenos a mi incumbencia, no se había podido realizar.
Me sumé a este viaje, para asistir en producción, pero como buena “producción independiente”, he sido maestro, chef, barrendero, mensajero, jardinero, chofer, etc, etc.
Sin embargo, y después de un tiempo sigo con la misma sensación de que no me gusta el Pueblo en donde se rodará el cortometraje. Que no se mal entienda, las locaciones y los paisajes naturales que ofrece el pueblo de Agua Buena, par el proyecto son inmejorables. Sin olvidar, que la historia se escribió pensando en ese mismo lugar, como el pueblo en que Tito Bravo, viviría sus aventuras y desventuras.
Los problemas surgen cuando, te das cuenta que la locomoción es “irregular”. Más bien es como las hu… Se entiende, creo.
Sólo viajan hacia allá, dos micros y colectivos amarillos. Las micros, durante el fin de semana sólo salen a las 8ºº, 14ºº, 16ºº y la última a las 20:45 horas. Ahora, el problema es el siguiente, los horarios no son esos. Si uno llega a esperar micro, esta puede que ya no esté, o simplemente no va a estar. Las explicaciones son las siguientes: se llenó antes de la hora y se fue; todavía no baja de Agua Buena; o la más notable de todas, “hoy no hay micro”.
Con respecto a los colectivos, funcionan los sábado y domingo sólo desde las 11ºº am y después de un par de viajes, funcionan de nuevo desde las 15ºº horas. Además no se van con un pasajero, por lo que hay que esperar que se llenen. Si esto fuera poco, uno comparte el dichoso colectivo, con señoras con un montón de bolsas, con un montón de cajas, celulares con música a todo volumen, para disfrutar de don Omar o Daddy Yankee, además de otras mezclas parecidas, y/o peores.
Con todas esas virtudes en el traslado, llegas allá y te das cuenta que los celulares, no tienen señal. Sólo tiene señal los celulares ENTEL, y no los más modernos, sino los antiguos, ¿porqué?... Ni idea. Y si los celulares no funcionan, ¿para qué mierda, la gente de allá tiene celulares tan modernos?...
Bueno, ya estás allá, y te maravillas con la pasividad y la cordialidad de la gente del campo.
Así, fue como conocí lentamente, a los contactos del “Director”, quienes nos darían, más de una manito, en las labores no cinematográficas, como carga y descarga de materiales, retoques de locaciones, guías turísticos (la verdad es que el pueblo es re-chico, pero nadie sabe de direcciones), todo queda en el callejón de tal o cual persona.
Empiezas a relajarte, por la buena onda de la gente, hasta que…
Un poquito de copete, trago o como quiera usted llamarlo, desencadena una reacción sin precedentes. Al poco rato, todos y cada uno de los ayudantes, contactos, encargados y dirigentes vecinales, se han puesto más de dos o tres cerveza, cada uno. Justificados en el tema de las altas temperaturas. En otras palabras, el sábado a las cuatro de la tarde estaban, las ocho personas con las que íbamos a hablar, borrachas.
No estoy exagerando, ni mucho menos inventando, pero de las 10 personas con las que necesitábamos hablar, 8 estaban borrachos; 1 era una niña de cuatro años, que actuará de haciendo un pequeño papel, que no estaba borracha, ni su mamá tampoco; pero su papá, si. El otro lúcido, fue el presidente del Club de Huasos, que a las ocho y media de la tarde recién llegaba de su trabajo.
Si me preguntan por el crecimiento del trabajo en terreno, con esto sin duda, involucionó. Lo único que me tranquiliza, es que nuestro equipo se fortalece con estas complicaciones. Las ideas y las soluciones, se toman el poder de la producción, y la convicción de que es esto, lo que quiero hacer el resto de mi vida, se vuelve más fuerte que nunca.
Quien sabe si, en un futuro no muy lejano, esté leyendo esto mientras estoy haciendo un poco de buen, o mal cine.